Me enajenan las cajas de música, incluyendo los cofres. Esto, analizando, parece surgir desde que asistí a una escuela de verano, de las que ofrecen las comunidades, especialmente las iglesias. La aportación que hacen es encomiable. Hicimos cajitas, decoradas para convertirlas en cofre. Las compro para regalar, a personas especiales, sensibles.
En esta ocasión me encuentro con una. Era en la tienda Marshall, estaba decorada afuera con un nuevo diseño, diría, poco comercial. Pero al ser una caja de música la tomé en mis manos pensando, no puede ser... no puede haber continuación del tema alusivo afuera de la cajita, será posible? Pues sí. Y ahí estaba. Ella, sonreída, con su faldita pomposa, rosada, y giraba sobre su patita, y su pesuña, tan singular, la cerdita bailarina. Sonreí sola, allí en la tienda, como apreciando el haber vivido lo suficiente para haber visto esto. Mi preferencia por este diseño de cerditos, con lazos, rosados,y alados, viene desde que tuve un libro en cuarto grado. Lleno de poesías y cuentos en prosas. Había un poema, sobre este cerdito, que soñaba, que anhelaba, era un verdadero "dreamer" y yo, me identifiqué con sus sueños, me conecté con él.
A tal grado que aprendí su poesía: El Cerdito Rubio. Mi padre me cuenta que yo pequeña la recitaba y lloraba.
Al día de hoy he podido ver a este dreamer o ella, en cuadros,artículos,y en un sinnúmeros de gráficas, y es posible que haya otro dreamer autor, conectado conmigo y otros en este Planeta, que nos importó si se vende o no, pero está ahí creado.
No compré la cajita de música. El presupuesto estaba comprometido. Pero hoy, fuí a buscarla, tal vez la pueda conservar en mis fotografías, al menos,pensé.
No estaba. Otro dreamer se la llevó. Allá está mi "ballerina pig" danzando en su pezuñita, con su falda rosa pomposa, sintiéndose de cristal....
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