domingo, 17 de noviembre de 2013

Navidades en Puerto Rico

Es conocido en America del Norte, America central y América del Sur, que las Navidades más largas son las de Puerto Rico. Debido a su clima excelente tropical, podemos disfrutar al aire libre todo el año, si no nos visita ocasional alguna vaguada con alta categoría. El carácter alegre y sandunguero del boricua, sobrenombre derivado del subnombre Borinquen, nos permite celebrar desde un cumpleaños de la mascota hasta el más imprevisto encuentro de amigos.
La formamos dondequiera sin planearlo mucho, con una botella, ya se formó la fiesta. Así, que añadiendole a esto su espíritu cosmopólita, se acercan a nuestra islita, personas de todo lugar, huyéndole al frío, y buscando nuestro calor humano y de la patria. Así, que es aceptado, aunque aveces sorprende, ver las tiendas bien surtida desde el mes de septiembre con toda parafernalia, arreglos y ligera música de Navidad. El recordatorio en los anuncios tanto impreso como televisivos que se acercan las festividades. Y el rumor entre familia, amigos, y hasta no conocidos, de los preparativos de asaltos navideños y viajes, vacaciones y compras de regalos.
Y todavía no se ha celebrado Halloween y junto con los atuendos de disfraces, están los de Navidad. Y todavía no están las cosas de el Día de Acción de Gracias, pero ya hemos comprado los adornos que decorarán el árbol de Navidad.
Por esto, cada vez más temprano, desde septiembre, vimos visitas de Santa Claus, y batucadas a las tiendas, recibidas con regocijo por los clientes. En mi sóla experiencia, estuve en dos para esa fecha. Y se complementan ya para Octubre con los alumbrados de las plazas y centros comerciales, que cada uno tiene su festividad, el músico, los cantantes, fiestas de pueblo, y todavía no hemos comido pavo. Que bueno. Bien decía el fenecido Noel Estrada, en su canción y esa voz preciosa:
"Por fin ya llegaron las fiestas boricuas!!
con sus aguilnaldos y su algabaría
la verde campiña, el mar y las aves
rinden homenaje al Dios, el Mesías
en las Navidades de Borinquen mía.

Allá en el batey canta el jibarito
un sabroso seis, con tiple y con guiro
lindas jibaritas al ritmo del seis,
a bailar invita la plena y el seis
mis fiestas boricuas, cuán alegre son.

Ya de Bayamón viene la parranda
ya tengo el lechón asaíto en la vara
venga compai que la fiesta empezó
Mis fiestas boricuas, cuán alegre son!"

Despedimos el año, recibimos el Año Nuevo, y nos preparamos para las típicas fiestas propias del país, la llegada de Los Tres Reyes Magos, que nos visitan desde el Oriente para traerle regalos a los grandes y chicos. Se celebra el 6 de enero y para ello, el niño con ayuda de sus padres, le dejan una cajita con yerba debajo de la cama para ayudar al camello en su larga travesía.  Estas son esperadas por los que no recibieron algo, o complementar lo que recibieron, un regalo más. Y el gobierno hace entrega de regalos en sus facilidades.
Y refiriéndose a esta festividad, cantan sobre Baltazar, Melchor y ....
"Llegan de noche con gran cautela
y cuando nadie sus pasos velan
al dormitorio del niño van//
Lo reconocen, le dan un beso
que en su mejilla dejan impreso"...
ect.
Pasan ocho días luego, celebrando, como una especie de todo lo que no se usó, todo lo que se compro y no se usó o quedó pendiente de preparar, el arroz con dulce, y los pasteles, el lechón que no se preparó, una especie de ahora o nunca,  y para complacer los antojos. Las visitas que no se hicieron, o se repiten. Una especie de despedida de sólo 6 meses para recibir la locura del Día de San Valentín.
El que no celebra nada, ese día se desborda, más por el o por ella, y su gran recompensa. Usualmente, producto de toda celebración y festividades de las Navidades más largas del mundo.








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