El viernes pasado, Bottle inauguró las nuevas
facilidades de su salón restaurante, y cava,
centro de reuniones y algabaría de la creme
de Guaynabo.
Eché de menos el perro, ganador de premios, y casi un ícono del símbolo de la tienda. Lamentamos que por sus años, ya no se encuentra.
La tienda estaba que no cabía un alma más. Sólo podían contarse como unas 5 damas, aproxima-
damente, porque el lugar, siempre ha sido dominado por visitas de caballeros. Podría decir es como la guarida de presidentes, y vicepresidentes. Con su eterna prisa que carac-
terizan a los que dirigen empresas, los primeros
minutos son vitales para bajar revolución,
adrenalina, y complementarla con el mejor Rioja,
tapas y risas.
Luego, los platos, que no importa la cuenta a pagar el servicio es abundante, como dirían en Puerto Rico "de obrero" y la cuenta de hotel.
Allí, posiblemente estaré yo para confeccionarle
la mejor canasta de vinos, y entremeses, o envolver el regalo que también llevarán de camino a su destino, si así lo quiere el buen jamaiquino,
que ronda las mesas saludando a los asistentes,
velando que todos estén completamente satisfechos.
El salón consta también, de dos salones de reuniones
con especificaciones para ser rentados por el consumo.
Algo un poco más semi-privado.
Bottle está ubicado en las antiguas facilidades de Ikebana,
esto es en el pequeño centro comercial, frente a la Pizza Hut
y cruzando el centro de masajes Zen Spa. Con estacionamiento.
Calle Tabonuco, detrás de Plaza San Patricio, y casi llegando
al expreso Martínez Nadal. Sólo a pasos de su antiguo local.
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