Posted: 20 Dec 2014 03:00 PM PST
Por Zaiku
Al procesar alimentos,
debemos evitar crear nuevos problemas como consecuencia del uso de elementos
peligrosos. Hay tres elementos de cocina particularmente desaconsejados en
una cocina saludable; nos referimos a los enseres de aluminio, al teflón
antiadherente y al horno de microondas.
Sobre el aluminio hay
demasiada evidencia acerca de su absorción a través de la comida (sobre todo
al cocinar alimentos ácidos, como el tomate) y sus nefastos efectos
corporales. Además de su efecto tóxico, el aluminio destruye vitaminas. En un
estudio francés cocinaron repollo en ollas de aluminio e inoxidable,
encontrando en el aluminio apenas un 30% de la vitamina C presente en el
recipiente de acero. Por otra parte, el aluminio favorece la formación de
compuestos mutagénicos en carnes asadas; también retiene el plomo (metal
pesado tóxico) presente en el agua y luego lo transfiere al alimento.
El teflón
(politetrafluometileno) es un popular y práctico revestimiento sintético
antiadherente. Su principal inconveniente radica en la capacidad de migrar al
alimento, convertido en compuestos tóxicos (flúor), sobre todo cuando se
trabaja en altas temperaturas (200ºC). Este tipo de enseres se suele fabricar
en aluminio (chapa o fundición); tras desaparecer el revestimiento sintético
(lo “ingerimos”), suele quedar el peligroso aluminio a contacto directo con
el alimento. Son elementos para evitar o para usar con cuidado, a bajas
temperaturas y sin alimentos ácidos cuando se pierde la cobertura.
Respecto a los enseres
de plástico, si bien no son para exponer al fuego, evitemos usarlos con
alimentos muy calientes y muy ácidos. Son sólo aconsejables para usar a
temperatura ambiente y conservar alimentos en heladera.
Respecto a las ollas
de cobre, apreciadas por la buena difusión de calor, son recomendables
siempre y cuando no sean aleaciones con estaño (material más flexible, pero
tóxico), no se usen en presencia del tóxico óxido verde (carbonato de cobre),
y no se utilicen cotidianamente, ya que el cobre (oligoelemento útil en
pequeñas dosis, pero tóxico en gran cantidad) migra con facilidad al
alimento.
A fin de evitar
riesgos innecesarios, sugerimos utilizar elementos nobles y confiables. Es el
caso del hierro, el acero inoxidable, la madera, el vidrio, la cerámica o el
enlozado en buen estado. La contra del vidrio, la cerámica y el enlozado es
su fragilidad; en este último caso debemos descartar los recipientes saltados
y no utilizar aquellos decorados (bandejas, fuentes) por su contenido de
plomo, (metal pesado, tóxico y de fácil migración al alimento). Esto vale
también para los recipientes cerámicos revestidos con esmaltes con plomo.
En una cocina
saludable deberíamos tener a mano, además de los habituales enseres en los
materiales citados, una versátil plancha de hierro, una vaporera de acero
inoxidable o bambú, un difusor de calor (evitar los que contienen amianto),
un mortero de piedra (que algunos reemplazan con un molinillo de café) y una
centrifugadora manual para escurrir verduras.
En materia de
electrodomésticos, podríamos tener un mixer o mezclador de mano, una
licuadora potente, una procesadora y un molinillo para granos. Más
consideraciones sobre utensilios, las desarrollaremos en el capítulo final,
al abordar el equipamiento de la Cocina Sin Cocina.
El problema del
microondas
El problema del
microondas radica en su principio de acción, consistente en una explosión
molecular [1] que altera las características del alimento, sobre todo a nivel
energético. El microondas está basado en el principio de corriente alternada;
esto provoca que átomos, moléculas y células sean golpeados por una fuerte
radiación y se llegue a invertir su polaridad hasta 2.450 millones de veces
por segundo.
Las moléculas de
cualquier tipo de tejido, incluyendo nuestro alimento, están construidas
sobre campos electromagnéticos, que resultan seriamente turbados por estos
intensos cambios de polaridad. Al contrario de lo que sucede con el calor
natural, en el microondas el calentamiento ocurre desde el interior de las
células y esto deforma la estructura de las moléculas. Las consecuencias quedan
expuestas en el siguiente informe.
Pese a los estudios
“tranquilizantes” de los fabricantes, científicos independientes como el Dr.
Hans Ulrich Hertel y el Dr. Bernard H. Blanco del Instituto Federal Suizo de
Tecnología y el Instituto de Bioquímica de la Universidad de Lausanne, han
hecho estudios reveladores. Hertel y Blanco trabajaron con voluntarios,
tomando muestras de sangre, antes y después de comer alimentos crudos,
calentados en microondas y en cocina tradicional. El estudio mostró cambios
significativos en la sangre de los voluntarios que consumieron alimentos
cocinados en microondas: alteración de los valores de hemoglobina y
colesterol, y diferencias en la disminución de los linfocitos tras las
ingestas.
Según el Dr. Hertel,
“la leucocitosis es tomada muy en serio por los hematólogos. Los leucocitos
son a menudo señales de efectos patógenos sobre el sistema vivo, tales como
envenenamiento y daño celular. Pareciera que los aumentos marcados fueron
causados totalmente por ingerir las sustancias preparadas con el microondas.
Existe una extensa literatura científica referida a los efectos peligrosos de
la radiación directa de las microondas sobre los sistemas vivos. No existe
ningún átomo, molécula o célula de ningún sistema orgánico capaz de resistir
un poder tan violento y destructivo durante cualquier período de tiempo, ni
siquiera en la escala baja de energía de milivatios”.
A partir de las
conclusiones de los estudios científicos clínicos suizos, rusos, y alemanes
[2], no podemos ignorar estos efectos del horno microondas:
El comer continuamente
alimentos procesados de un horno microondas, provoca daño cerebral permanente
de largo plazo, por el acortamiento de los impulsos eléctricos en el cerebro
(despolarizando/desmagnetizando el cerebro).
Los seres humanos no
pueden metabolizar los productos secundarios desconocidos creados por las
comidas del microondas.
La producción hormonal
masculina y femenina se detiene o se altera al comer comidas de microondas.
Los efectos de las
comidas de microondas son residuales dentro del cuerpo humano.
Los minerales, las
vitaminas y los nutrientes de todas las comidas de microondas se encuentran
reducidas o alteradas, por lo cual el cuerpo humano recibe poco o ningún
beneficio. El mismo organismo
no puede descomponer
ni absorber estos compuestos.
Los minerales de las
verduras se transforman en radicales libres cancerígenos en los hornos
microondas.
Las comidas preparadas
en microondas provocan tumores estomacales e intestinales. Esto puede
explicar el porcentaje rápidamente incrementado del cáncer de colon.
El comer por un tiempo
prolongado comidas preparadas en microondas, provoca el aumento de las
células cancerígenas en la sangre humana.
La ingesta continua de
alimentos de microondas provoca deficiencias del sistema inmunológico a
través de las alteraciones de las glándulas linfáticas y el suero sanguíneo.
El comer alimentos de
microondas provoca pérdida de memoria, concentración, inestabilidad
emocional, y una disminución de la inteligencia.
Aunque no tan grave,
también son peligrosas las ollas a presión, que reducen el tiempo de cocción
merced al empleo de alta presión. Es un método poco natural de cocción: bajo
presión el agua hierve a 120º (en lugar de 100º del hervido común), se
destruyen más nutrientes, se forman más compuestos tóxicos, se reduce el
valor biológico de las proteínas, generalmente los recipientes son de
aluminio y su manejo suele ser peligroso. O sea, demasiados riesgos que
podemos evitar haciendo cocción termo en ollas convencionales.
[1] En la cavidad del
horno hay un magnetrón que convierte la energía eléctrica de baja frecuencia
en microondas de alta frecuencia que se difunden a través del alimento. La
energía produce una trepidación en la comida, que se calienta debido a la
rotación de sus moléculas de agua.
[2] Ver el informe
“Los hornos microondas” de Patrick Quanten MD, asesor Independiente de Salud
en www.espaciodepurativo.com.ar
Fuente: libro “Nutrición
Depurativa“
Posted: 20 Dec 2014 03:00 PM PST
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lunes, 22 de diciembre de 2014
Microhondas,teflon, aluminio
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