No me refiero al acontecimiento dentro de dos días, el día 23 de septiembre 2015, me refiero a cuando vas a Perú. Ya te has preparado sabiendo que la estación del año te puede sorprender un poco para los que dicen- "no hace frío" porque viven dentro de casi una nevera, a los otros que son costeros de Puerto Rico, puro sol, y aire calientito. Pero cuando viajas desde Nueva York a Perú, haciendo escala también, te sentirás como un resorte (entiéndase un alambre enroscado que se presiona hacia el lado para ver su presión y fuerza de base en movimiento y rapidez) y sigues rebotando desde la misma base, tus pies. El efecto es drástico. El vivir en un "corre que te piso" y "no hay tiempo para todo" al estilo de la historia de Alicia en el País de las Maravillas hace que quedes medio en shock, cuando te encuentras como en otra dimensión, como si hubieras pasado através de la máquina Cern, y te transportaste a un área casi desconocida.
El que me cuenta su experiencia decía, lo extraño que se sentía, por la paz y tranquilidad que emanaba del área paradójicamente turista, Machu Pichu que es el área obligado de todo excursionista. Decía, las personas, sin prisa, se sentaban a aspirar y exhalar, mirar la naturaleza, sentir su brisa, y luego que ya estaban en una paz interior, aveces comenzaban a entonar improvisaciones suaves, otras, alegres, y el diestro con la flauta, quena, te deleitaba con su silbido, que corría por todo la expansión del panorama. Madres con sus polluelos, ofreciéndote los recordatorios, puras artesanías originales, y caritas con la inocencia de la misma madre natura. Observó, que nadie estaba pendiente con lo que fuiste, lo que estrenaste, con la marca de la moda, que vá!! Si combinaba bien, o si los materiales eran de origen o sintéticos.
El encuentro personal, si es que lo buscas, está allí presente, pero en estas cosas, siempre usted, toma el control de su vida. Porque no es que se sintió relajado con el tesesito que le dieron, posiblemente de hoja de coca, ni si el suramericano estaba en forma o no, peludo hasta los hombros con cabello un negro azabache, sino con el que te ofrece aventurar a otras experiencias sensoriales espirituales. Estos, los shamanes, siempre buscan en dondequiera adeptos, y que vuelvas para tomar sus reuniones, junto a las bebidas como ayahuascas y otras plantas, que te sacan del planeta por un par de días,depende lo sensible que seas. Entonces, tu vida espiritual está expuesta, y como dije, tomando el control propio, no es tiempo de exponerse, no hay que experimentar cosas que te comprometen espiritualmente.
Así, que, si sigues en la línea de que tu viaje será positivo, hay tanto que puedes disfrutar, por el costo de un par de spa, pero naturalmente, en el lugar preciso, en el ambiente correcto, desintoxicar tu cuerpo con un aire, ambiente, mente, cuerpo, y quedas eclipsado valorando la experiencia de un ambiente perfecto, gente buena en tu entorno, una música cautivadora, unos platos naturales, frescos, y un paisaje para llevar en el marco de tus recuerdos.
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