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Procedimiento:
En un tazón pequeño, mezcla el aceite de oliva con el jugo de limón, el cilantro y el adobo. Aparta.
Pre-calienta el horno a 400 ˚F, mientras, en un plato grande, adoba el pollo por ambos lados con chipotle, salsa de adobo y comino. Engrasa el sartén y calienta en la estufa a fuego medio-alto. Agrega el pollo y cocina por 15 minutos (hasta que esté dorado por ambos lados y bien cocido). Deja reposar por 5 minutos. Corta el pollo en tiras delgadas. Mientras, coloca las tortillas en una bandeja para hornear y mételas en el horno hasta que estén crujientes (por unos 10 minutos). Aparta. En un tazón grande mezcla la lechuga, los frijoles, el maíz, el tomate, el queso y la cebolla. Agrega el aderezo que sobró y mezcla bien. Cubre con tiras de pollo y tortilla, ¡y listo! |
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Procedimiento:
Sazona la carne molida con el adobo y deja aparte.
En una sartén, calienta el aceite a fuego moderado. Añade la cebolla y cocina hasta que se dore y ablande. Añade la carne (partiéndola mientras se va dorando). Cuando esté dorada, retira y escurre la grasa. Añade y mezcla los ingredientes restantes, y cocina a fuego lento por 15 minutos (o hasta que la carne consiga la consistencia deseada). Revuelve con frecuencia. Sirve con arroz blanco. |
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Procedimiento:
En la licuadora eléctrica, mezcla todos los ingredientes hasta que quede
cremoso. Sirve inmediatamente y decora con tu fruta favorita.
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Procedimiento:
En una bolsa de plástico (sellable), combina las chuletas, la cebolla y
una taza de mojo criollo. Sella la bolsa y deja reposar en el
refrigerador por 15 minutos como mínimo, o por toda la noche (mientras
más tiempo sean marinadas en el mojo criollo, mejor sabor tendrán).
Calienta el asador o parilla a una temperatura mediana-alta. Saca las chuletas y la cebolla de la bolsa y escurre el líquido en exceso. Desecha el resto del adobo. Coloca las chuletas y las cebollas en el asador o parilla. Cocina (volteándolas ocasionalmente y marinándolas con más mojo criollo), por 15 a 20 minutos. Las chuletas estarán listas cuando estén doradas por ambos lados y alcancen una temperatura interior de 160 grados ˚F. Las cebollas también deben quedar doradas. |
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Procedimiento:
En una cacerola mediana, echa el aceite de oliva y calienta.
Añade los chorizos y saltea por 2 a 3 minutos. Añade la cebolla, el pimiento, el ajo y el sazón, y cocina por 2 a 3 minutos. Echa el resto de los ingredientes, sazona al gusto, tapa y cocina por 20 a 25 minutos. |
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Procedimiento:
Corta los filetes de tilapia en trozos de 1 ½", y ponlos en un recipiente que no sea de aluminio.
Agrega el jugo de limón, el ajo y una cucharadita de adobo. Con las manos, frota el adobo en el pescado para cubrir uniformemente. Cubre el recipiente con papel plástico y ponlo en el refrigerador por 15 a 30 minutos. En un tazón mediano agrega la harina, la maicena y una cucharadita de adobo. Bate bien. Mientras, en otro tazón mediano, añade los huevos y una cucharada de agua. Bate ligeramente los huevos con la ayuda de un tenedor. Pasa el pescado por la mezcla de harina (dejando el exceso). Luego, pasa el pescado por la mezcla de huevo, dejando que el exceso de huevo gotee en un tazón. Echa una pulgada de aceite en un sartén grande y profundo a fuego medio-alto. Espera que el aceite esté caliente pero no humeante (sobre 375 °F). Agrega el pescado y fríelo, volteándolo de vez en cuando con una cuchara de metal con ranuras, hasta que estén crujientes, dorados y bien cocidos (de 3 a 4 minutos). Con la misma cuchara, pasa el pescado a una bandeja forrada en papel toalla, esto para sacar el exceso de aceite. Repite con el resto del pescado. Sirve de inmediato con rodajas de limón y disfruta. |
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Procedimiento:
En una cacerola mediana a fuego medio-alto, agrega la pasta de guayaba y
¾ de taza de agua. Cocina (revolviendo ocasionalmente), hasta que la
pasta de guayaba quede suave y espesa (aproximadamente 8 minutos). Deja
enfriar.
Aparte, agrega 1/3 de taza de azúcar y 1/3 de taza de agua a una cacerola pequeña a fuego medio-alto. Cuando comience a hervir, revuelve con frecuencia hasta que se disuelva el azúcar. Vierte la mezcla en un tazón pequeño y agrega la vainilla. Deja enfriar. Calienta el horno a 425°F. En un tazón mediano y con una batidora eléctrica, bate las claras de los huevos hasta que estén a punto de nieve. Deja a un lado. En otro tazón mediano, mezcla las yemas de los huevos, 2/3 de taza de azúcar y la sal, y bate hasta que las yemas se tornen de color amarillo pálido. Vierte la harina y revuelve hasta mezclar bien. Con una espátula, mezcla 1/3 de claras de huevo en la mezcla de la yema de huevo y bate hasta que se mezclen bien. Incorpora suavemente las claras de huevo restantes y bate hasta que se mezclen (la mezcla debe quedar ligera y esponjosa). Distribuye uniformemente la mezcla en una bandeja para hornear de 11" x 16" forrada en papel pergamino. Hornea hasta que el bizcocho se vea ligeramente dorado y se hunda cuando se presiona suavemente con el dedo (de 10-15 minutos). Vierte el bizcocho sobre una toalla de papel o papel de pergamino y espolvorea con azúcar en polvo. Quita la capa superior de pergamino y deséchalo. Recorta los bordes irregulares con un cuchillo. Con una brocha de pastelería, aplica la mezcla de vainilla reservada sobre el pastel hasta que se absorba. Comienza con el lado largo del bizcocho. Deja reposar hasta que enfríe. Desenrolla suavemente el bizcocho y con una espátula, esparce el relleno de guayaba reservado, de manera uniforme sobre la superficie del bizcocho (dejando un borde de 1") alrededor. Vierte una cucharada de relleno de guayaba. Comenzando con el lado largo, enrolla el bizcocho suave y firmemente al estilo “jellyroll” (o pastel enrollado). Coloca el cierre del bizcocho hacia abajo en un plato de servir. Aplica una capa fina de la mezcla de guayaba sobre la parte de afuera del pastel y refrigera hasta que esté listo para servir. Espolvorea con azúcar en polvo antes de servir. |
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